LUNES LUNÁTICO: ESPECIAL POSTELECCIONES

 Hoy soy: un cielo nublado, un final amargo, una canción en bucle, el fin de un ciclo. 

"El que no conoce su historia, está condenado a repetirla."

Hace años que estoy hastiada de la dinámica de la sociedad, de escuchar opiniones de gente que no se ha parado a hacerse las preguntas correctas. ¿Sabes exactamente qué estás ganando y qué estás perdiendo cuando vas a votar? ¿Lo sabes cuando no vas a votar? 

No es que yo sea la más entendida en cuanto a materia de política se refiere, pero sé perfectamente qué gano cuando gobierna uno y qué pierdo cuando gobierna otro. Ya estoy viendo la futura imagen de la gente en la calle, de la gente manifestándose por recuperar aquello que tenían y que perdieron. Ya estoy viendo tocada la educación pública, la sanidad pública... Qué coño, todo lo público.

Si votáis pensando en la economía, desistid porque eso no se va a tocar. Votad por lo social, votad por los derechos y votad por mantener lo que has luchado por obtener. Honestamente, no me importan un carajo los nombre propios ni las marcas. Me importa el futuro y la calidad de vida de la gente, no la mía, la de todos. 

Por desgracia, más o menos pudientes, nosotras (y lo digo alegando a las mujeres, a todas nosotras) siempre tenemos algo que perder. No lo olvidéis. No pretendo ser condescendiente, ni si quiera convincente, solo pretendo volcar aquí la impotencia que siento cuando vislumbro un futuro más difícil todavía

Sé que damos 2 pasos para adelante y 1 para atrás, que el progreso no es lineal y que los altibajos existen pero qué rápido nos olvidamos de lo jodida que fue la pandemia. Qué rápido nos olvidamos de la situación tan extrema que se vivió en los hospitales, qué rápido nos olvidamos de quién fue la mano que recortó en sanidad, qué rápido nos olvidamos de la situación que se vivió en las residencias y de las palabras de cierta individua a la que, si le das a elegir, tiene muy claro la importancia que le tiene que dar a sus mayores. 

Qué corta es nuestra memoria y nuestro entendimiento. Qué tristeza y qué mala suerte la mía que la vida me ha maldecido con una buena memoria que no para de recordarme de dónde vengo, de quiénes vengo. Supongo que nadie podrá reprocharme mi falta de fe en la naturaleza humana, que nunca ha sido grande y que cada vez se resiente más. 

Aunque sé y reconozco que hay más gente que tiene dos dedos de frente, tenga las opiniones que tenga, sigo sin entender por qué muchos escupen hacia arriba.

Que sepáis que os caerá y os caerá en la cara. Espero que en ese momento seáis [seamos] capaces de reaccionar a tiempo. 

FIN DEL COMUNICADO.


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